Segunda semana en Oldenburg…


El tiempo sigue pasando muy deprisa, ya llevo quince días por aquí. Pero aún, no he acabado de acostumbrarme a ese fenómeno meteorológico que tan poco me gusta, la lluvia.

Si lo sé, antes de venir aquí ya sabía que iba a llover mucho y que en invierno iba a nevar, hacer mucho frío, bla, bla, bla. Pero en el fondo mi cabeza lo negaba. Pensaba que aunque las temperaturas fuesen más bajas, en junio rondaríamos los 25 grados, pero por el momento, desde que estoy aquí, no se ha dado el caso. Y va a ser que el dicho popular de “hasta el 40 mayo no te quites el sayo” no va ser posible por estas tierras. De hecho, todos los días cuando me despierto, me asomo a la ventana con las esperanza de ver un rayito de sol, y me pregunto ¿cuándo llegará el verano?, ¿cuándo podremos quitarnos el sayo? O es que por aquí, ¿sólo se dan estaciones como el otoño y el invierno?, ¿acaso el verano no se da en todas las partes del mundo?.

Una situación que explica a la perfección la diferencia de paisajes entre España y Alemania. Mientras que aquí el paisaje está formado prioritariamente por grandes espacios de diversa vegetación con grandes arboledas y lagos; donde además las casas pasan a un segundo plano, incrustándose en el paisaje. En España, lo que predomina es el paisaje urbanístico decorado con algún parquecito y algunos arbolitos. Una pena la verdad.

Ahora comprendo, porque les gusta tanto España, porque cuando ven un rayo de sol, se quedan atontados y enseguida se ponen la ropa de verano para ponerse como cangrejos. Si es que el sol da vida, energía, cambia el estado ánimo, transmite felicidad…en definitiva un montón de sensaciones positivas y muy beneficiosas para la salud.

Aún así, pese a no tener mucho sol, aquí amanece muy temprano y entra mucha claridad por la ventana. De hecho, a las 5 de la mañana ya es completamente de día,  y luego anochece como en España a las 22 horas. Por lo que tienen muchas horas de luz para poder hacer cosas, aunque por otra parte, al carecer de persianas si tienes dificultades para conciliar el sueño es horrible. Yo porque duermo bien, pero la verdad es que es un cambio importante.

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