La Unión Europea vista por los ciudadanos

Como muchos sabéis la semana pasada estuve a Rez, un pueblecito a 11 km de  Praga, para participar en el seminario “Ciudadano – explorando la dimensión europea en los proyectos juveniles” en representación de la ONG De Amicitia.

11, fuimos los participantes que junto a 2 formadores y algunos miembros de la Agencia Nacional checa, que nos fueron visitando durante esos días, pudimos  tratar temas como la dimensión europea, participación activa o la ciudadanía europea con el fin de mejorar la calidad de los proyectos presentados en relación con el nuevo programa Erasmus +.

Durante 4 días estuvimos reflexionando y compartiendo nuestras ideas y percepciones sobre estos términos. Unos ejercicios enriquecedores debido a la heterogeneidad de los participantes, ya que había gente proveniente sólo de Europa y participantes miembros de la Unión Europea, por lo que las visiones eran muy diferentes, incluso dentro de los países miembros de la Unión Europea. 

Algunos de los interrogantes que se me plantearon debatiendo fueron: ¿Alguna vez alguien se ha parado a pensar en cómo se sienten los países que están en Europa pero no son miembros de la Unión Europea?, o lo que es peor, ¿cómo se sientes los países europeos que están entre países pertenecientes y no pertenecientes? , ¿cuánto quiere crecer la Unión Europea?, ¿se acabarán algún día la adhesiones?, ¿cuál será la diferencia entre ser europeo y ser miembro de la Unión Europea?, ¿siempre habrá países más fuertes que otros en Europa o se pretende conseguir una igualdad entre países?.

Además, trabajamos con diferentes mapas de la UE con estadísticas que mostraban diversos aspectos como: la densidad de población, el color de pelo, el color de ojos, la religión, las ciudades en las que se andaba en bici o la fertilidad entre otras. Mapas, por cierto muy interesantes, y una forma muy creativa de ver Europa, ya que nunca me había planteado verla desde esos ángulos. 

El segundo día, intentamos profundizar aún más en el tema, reflexionando sobre diferentes momentos de nuestra vida en los que nos hubiésemos sentido ciudadanos, ciudadanos europeos o ciudadanos activos. En este ejercicio las respuestas fueron muy parecidas tanto entre los temas como entre los participantes. Ya que por lo general, nos habíamos sentido así, cuando participamos en manifestaciones, cuando votamos, cuando pertenecemos a una asociación, cuando viajamos al extranjero, cuando pagamos por primera vez impuestos, cuando cobramos el primer sueldo, cuando participamos en programas como Erasmus + o cuando viajamos a otro continente…

Por la tarde, fuimos de excursión a Praga y visitamos uno de sus barrios más famosos, Krymska, considerado el Montmartre en Paris o Candem en Londres por lo activo y la vida en la calle que hay en él. Además es un barrio donde viven muchos rusos,  se llama Krymska (Crimea) por lo que se vive una especial atmósfera en torno a los acontecimientos que se están viviendo en Ucrania y Rusia, tema de gran actualidad.

En el último día del seminario, tratamos nuestro futuro, como relacionar el seminario con nuestro trabajo con los jóvenes, que necesitamos para hacerlo, vimos diferentes realidades, como por ejemplo, mientras que en Turquía los jóvenes son participativos y están deseando participar en programas europeos para salir del país, viajar, aprender…, en los países del norte como Noruega o Suecia a pesar de tener dinero e ideas para realizar estos programas les cuesta mucho más motivar a los jóvenes. También se nos planteaban problemas a la hora de motivar a los jóvenes a seguir participando o involucrándose de manera continuada y no esporádica.


En definitiva, un seminario basado en la educación no formal, en el que a lo largo de 4 días hemos podido reflexionar, debatir y compartir experiencias y buenas prácticas con otros colegas internacionales para transmitir la ciudadanía europea, la participación activa y la dimensión europea a los jóvenes y ciudadanos de nuestros países, ahora que se aproximan las elecciones europeas. 

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