Hace ya 10 años que dijimos: ¡Adiós peseta, hola euro!

Aunque la introducción del euro tuvo lugar el 1 de enero de 1999, no comenzó a circular hasta tres años más tarde, el 1 de enero de 2002. 

No puede decirse que tuviese buena acogida, de hecho los españoles le aceptaron con cierto recelo. Tuvieron que apretarse el cinturón para que nuestro país alcanzase estar al nivel del resto de Europa y comprender las ventajas que la moneda única suponía para España como miembro integrante de la Unión Europea.

Hoy, 10 años después de su entrada en vigor, y en un contexto de crisis económica, en el que ni la Unión Europea, ni la moneda única están pasando por su mejor momento, la OCU hace balance de este período a través de un informe, en el que euro no sale bien parado.

Desde su entrada en vigor hasta 2009, momento de la primera recesión de la crisis, el euro subió los precios un 31%. Actividades habituales de la vida cotidiana como la cesta de la compra subieron un 48%, el transporte urbano un 58% o ir a la peluquería un 36%. Pese a este desangelado panorama, tenemos que decir que también ha habido productos que han reducido sus precios como es el caso de las tecnologías. Los televisores, cadenas de música y lectores de DVD han bajado un 62%, mientras que los electrodomésticos lo hicieron en un 4%. 

El problema radica cuándo esta subida de precios no va acorde con el aumento de los salarios. Ya que desde la entrada en vigor del euro éstos no han aumentado más de un 13,9%. 

Pese a todo, el euro es la moneda de más de 300 millones de ciudadanos europeos. En concreto, 17 de los 27 Estados miembros participan en la moneda única y en los próximos años se esperan más incorporaciones.