La comunicación pública de Europa y para Europa a examen
Que
Europa no está pasando por su mejor momento, es algo más que evidente. Pero,
¿por qué los ciudadanos cada vez están más desconectados de Europa?, ¿por qué
es más frecuente ver noticias negativas sobre Europa que positivas?, ¿por qué
parece que cuando hablamos de Europa sólo hablamos de política y economía, cuando
realmente Europa abarca más valores e ideas?. Realmente, ¿existe la llamada “burbuja
europea”?, ¿es un problema de comunicación o en el fondo se quiere desviar la
atención de los verdaderos problemas?
Estas
y otras muchas cuestiones han sido planteadas durante dos días en la quinta
edición de EuroPCom, la Conferencia Europea de Comunicación Pública, celebrada
en Bruselas.
Dos
intensas jornadas en las que responsables de comunicación y expertos de alto
nivel en el ámbito local, regional, nacional y europeo han transmitido a través
de conferencias, debates y talleres interactivos los principales retos de la UE
y de su comunicación pública.
Parece
que la crisis y las elecciones europeas han marcado un antes y un después en la
vida de Europa. Que los ideales de los padres fundadores de este proyecto común
están lejos de alcanzarse y que ha llegado el momento de replantearse la Unión Europea
en este pozo sin fondo en el que está sumida.
Digo parece, porque en mi opinión es un problema que viene de antes.
Pero bueno, más vale tarde que nunca como se suele decir.
Es
necesario que Europa se dé cuenta de que sin escuchar a sus ciudadanos se está
alejando de ellos más que acercándose. Es necesaria una mayor interacción con y
entre sus miembros. Es necesario que el mensaje europeo llegue a los ciudadanos
de forma cercana, clara y transparente. Que se transmitan otros valores, que se
hable tanto de lo negativo como de lo positivo. Que se divulgue su importancia
y el impacto que tiene en la vida diaria de los ciudadanos. Para ello es
necesario europeizar lo local, lo regional, no ver la Unión Europea como algo
lejano y específico, sino como una cuestión integrada en cualquier ámbito de
nuestro día a día.
Es
necesaria una mejor y mayor coordinación y cooperación entre las instituciones
de la UE. Que sepamos discernir quién es el verdadero protagonista de esta
historia. Si son las Instituciones o los ciudadanos.
En definitiva, hay que reconectar a los ciudadanos con Europa y no Europa con los ciudadanos.
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