Tapapiés, una ruta de tapas de lo más multicultural
Si me preguntan qué era una de las cosas que más echaba de menos cuando vivía en el extranjero a parte de mi familia y amigos no dudaba en decir que la luz y el salir a tapear.
Y es que las tapas son algo innato de la cultura española, una costumbre y una forma de vida que resulta difícil encontrar en el extranjero.
El simple hecho de reunirse con los amigos, la familia o los compañeros de trabajo en un bar para tomar unas cañas o un vino y te pongan una tapa para acompañar es algo que se valora, y mucho.
Por eso, no es de extrañar que una de las primeras palabras que aprende un extranjero nada más pisar nuestro país sea “tapas”. Y ya cuando las prueba, adopta esa costumbre como propia y le resulta difícil deshacerse de ella.
Tal es la vinculación de las tapas con la cultura española que es lógico que cada año se sucedan múltiples eventos entorno a ella.
Pero quizás, uno de los eventos que más me gustan es cuándo la gastronomía se une con otras artes y se ve cómo algo más allá de una simplemente comida, sino como un acto social. Y que decir cuando algo tan nuestro se abre al mundo y se mezcla y fusiona con otros ingredientes, sabores y técnicas culinarias.
Eso, es precisamente lo que pasa en Madrid estos días en el Festival Multicultural de Tapas y Músicas de Lavapiés, más conocido como Tapapiés en el que durante varios días más de 130 bares y restaurantes a pie de calle, así como algunos locales y tiendas gourmet de los mercados de San Fernando y Antón Martín, participan con sus tapas y con las que podemos recorrer el mundo a través de sus sabores, desde países tan remotos como Japón, Senegal o el Caribe. Pasando por México, Puerto Rico o Venezuela. Y sin dejar de lado España, Italia o Portugal.
En esta cita no faltará el bacalao portugués, el taboulé de couscous sirio, el ceviche peruano, takoyaki japonés, el shahi seekh masala indio o el falafel libanés.
Un sinfín de sabores, unos más exóticos, otros más tradicionales. Unos más amargos, otros más dulces, unos con más historia, otros más modernos. Pero todos ellos sabores del mundo y reflejo de unas sociedades muy diversas, así como sus productos.
Una ruta multicultural como también lo es su barrio, ya que por él han pasado muchas religiones diferentes como la musulmana, la judía o la católica. Pero también, acoge nacionalidades de lo más variadas como la marroquí, senegalesa, bangladesís, china, ecuatoriana, francesa, estadounidenses, además de la española.
Una ruta que es reflejo de lo qué es y cómo se vive en uno de los barrios más multiculturales de Madrid. No sólo a través de su gastronomía sino también con conciertos, actuaciones teatrales y de circo para dar a conocer la cultura y el arte de los países con representación en este barrio.
Sin duda, una ruta multicultural y diversa, abierta al exterior, pacífica y tolerante en la que nadie quedará indiferente, ya que se fusionarán una vez más gastronomía y cultura.
¿Te atreves a viajar a través de los sabores de esta ruta de tapas multicultural?
Comentarios
Publicar un comentario